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De acuerdo con la definición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, llevar una alimentación saludable significa apostar por una alimentación que aporte todos los nutrientes y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana. Esto, traducido a la práctica, es lo que todos los expertos en nutrición señalan: incluir alimentos de los 3 grupos de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y lípidos) y de micronutrientes (vitaminas y minerales). "Es importante elegir alimentos que nos ofrezcan nutrientes de calidad", señala Elena Fernández Tamayo, nutricionista, dietista y tecnóloga de alimentos.
Según la experta, se trata de elegir alimentos que contengan los cereales en su versión 100 integral (panes, pasta, arroz...) cuando nos fijamos en los carbohidratos. En el caso de las proteínas, que provengan de alimentos proteicos magros naturales (tanto animales como vegetales) como las aves, los pescados, los huevos, los lácteos y las legumbres limitando el consumo de carnes rojas y procesadas. Y en el caso de los lípidos o grasas, siempre hay que priorizar las saludables (mono y poliinsaturadas), que se encuentran en alimentos como el AOVE, el aguacate o los frutos secos. "Y por supuesto consumir frutas y verduras variadas todos los días, que son alimentos muy ricos en vitaminas y minerales, que además nos aportan fibra, y que necesitamos para el correcto funcionamiento de nuestro organismo", puntualiza Fernández Tamayo.
¿Se puede comer todo y tener dieta saludable?
Con estas premisas de alimentación saludable, hay mucha gente que se lamenta porque cree que seguir a rajatabla estas indicaciones son la única vía para definir su alimentación saludable. Sin embargo, porque se consuma un plato poco recomendable de manera puntual no vas a hacer que tu dieta sea un desastre.
"Se puede llevar una dieta sana y equilibrada e incluir ocasionalmente alimentos menos recomendables, siempre y cuando cubramos nuestros requerimientos de nutrientes necesarios del día", explica Elena Fernandez Tamayo. Esto viene a querer decir que te puedes permitir comer cualquier cosa siempre que antes te hayas preocupado de cuidar tu nutrición. Y cuando decimos cualquier cosa, es cualquier cosa. "Los caprichos son caprichos y cada uno puede elegir el que más le guste o apetezca. Pero obviamente cuanta menos cantidad de azúcar, grasas saturadas y trans y sal contengan, mejor".
Cómo y con qué puedes saltarte la dieta
Una técnica muy utilizada es la de comer bien entre semana para permitirte más durante los finde de semana. "Yo intento reservar mis caprichos a los fines de semana, que es cuando tengo más quedadas para comer o cenar con amigas o familia", nos confiesa la dietista a la que le pierde una tapita de queso, jamón o foie con una copa de buen vino y, si se tercia, una tarta de queso o un chocolate con avellanas. "Lo importante es entender que estos alimentos no están prohibidos, pero sí que su frecuencia de consumo debe ser mucho menor que las de los alimentos saludables", apostilla.
En los tiempos es donde casi todos nos perdemos. No hay una estrategia oficial al respecto. La OMS evita dar por válido ningún plato fuera de lo saludable y a Harvard le faltan estudios para determinar cuánto, qué y cuándo se puede comer. Evidentemente, se trata de una temporalidad ocasional, pero cada cual puede interpretar esto según necesidades. "En mi opinión, no debería de consumirse más de una vez a la semana, aunque es verdad que hay semanas que se pueden complicar porque por ejemplo, se junten dos celebraciones familiares en las que normalmente se incluyen alimentos menos saludables y van acompañadas de bebidas alcohólicas. Pero tampoco pasaría nada siempre y cuando se engloben en una dieta sana y equilibrada", confiesa Elena Fernández Tamayo.
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Otro aspecto a tener en cuenta es que no porque un alimento sea saludable, tengamos carta blanca para su consumo ilimitado. "Hay que prestar mucha atención a la frecuencia de consumo recomendada de cada grupo de alimentos, y adecuarla a los requerimientos energéticos de cada persona, para asegurar que proporcionamos a nuestro cuerpo todos los nutrientes que necesitamos", puntualiza la experta en nutrición. Y es que todo alimento consumido en exceso puede perder la condición de saludable y convertirse en una pesadilla para tu bienestar. Por tanto, evita abonarte a un único alimento a un puñado de ellos sólo porque sea una fruta o una verdura. Recuerda que necesitas tanto hidratos de carbono, como proteínas y grasas saludables, así como vitaminas y minerales y que la clave de una alimentación saludable está tanto en conocer cada producto y qué te hace sentir como darte el placer de vez en cuando de tomar aquello que más te gusta sin remordimientos.