7 Curiosidades de los agapornis que te sorprenderán

7 Curiosidades sobre los agapornis

Son una de las aves más populares en los hogares y, realmente, sobran los motivos para ello. Son hermosos, sencillos de cuidar y sumamente sociables. Buenos motivos para enamorarse perdidamente de ellos pero, también, para conocer algunas curiosidades de los agapornis que nos harán comprender mejor su singularidad. Y es que estas pequeñas aves de apenas 15 centímetros cuentan con un buen número de peculiaridades que son el detalle definitivo para enamorarnos perdidamente de ellos.

Antes de más, empecemos despejando una incógnita. Aunque muchas personas las califican como pájaros, la realidad es bien distinta. Los agapornis se engloban en las psitácidas y, por tanto, están emparentados con los loros. Y si lo has pensado, sí: pueden llegar a hablar aunque no tiene tanto vocabulario ni un habla tan fluida como en el caso de sus famosos primos. Pero no es el único motivo de peso para poner el foco en este aspecto. Siguiendo de forma rigurosa los cuidados de los agapornis, nos acompañarán durante entre 10 y 15 años. Algo que debemos sopesar si nos estamos planteando compartir nuestra vida con ellos.

Si bien el parentesco con los loros puede no sorprendernos, no sucede lo mismo con otros aspectos que hacen de estos popularmente llamados «pájaros inseparables» unos únicos.

CURIOSIDADES DEL AGAPORNIS QUE DEBES CONOCER

1. Su descubrimiento es relativamente reciente

Aunque pueda parecernos que llevan toda la vida con nosotros, no es exactamente así. El descubrimiento de esta maravillosa especie de aves se dio en África en 1887. Sin embargo, tardaría 150 años en llegar hasta Europa: sería un zoólogo alemán, Carl Hagenbeck, quien fascinado por ellos decidió traer algunos ejemplares para estudiarlos de cerca en 1973.

Lo que sucedió a partir de ahí es, como todo con estas aves, una historia de amor.

Alimento para agapornis Marca Verdecora
Encuentra todo lo que necesitas para cuidar tus agapornis en nuestra sección de pájaros Verdecora

2. Son monógamos con matices, una de las curiosidades del agapornis que conocemos a medias

Uno de los motivos por los que se relaciona a los agapornis con el amor es por una peculiaridad de su comportamiento. Son una especie monógama que se elige un único compañero para toda su vida. Y no solo eso: no se separa en ningún momento del ave con el que decide compartir su vida.

Se suele decir que, cuando uno de los dos integrantes de la pareja muere, el otro también lo hace. Y por romántico que esto sea, realmente no es así. Cuando los agapornis «enviudan», suelen buscar una nueva pareja con la que sientan afinidad.

7 Curiosidades del agapornis

3. Son mimosos ¡entre ellos y con los seres humanos!

¡No hay más que verlos! Son aves cariñosas que se profesan cariños y mimos constantes. Y, si bien esto no es novedoso como tal, la auténtica curiosidad sobre los agapornis es que también lo son con los humanos con los que comparten vida. Lo habitual es que estas aves establezcan un vínculo estrecho con las personas con las que viven. Es más: les gusta el contacto físico.

Sin embargo, cuidado: los agapornis son aves territoriales y, si se ven amenazados, pueden resultar incluso agresivos.

4. Tienen capacidad de aprender

Adiestrar agapornis no es una tarea complicada. Son aves cercanas y, además, inteligentes por lo que además disfrutarán de las actividades que les propongamos. Eso sí: es fundamental saber que es una labor que requiere tiempo y, sobre todo, paciencia. Solo si nuestras aves se sienten cómodas y en un ambiente sosegado conseguiremos que el hecho de aprender dé sus frutos.

Además hay que considerar otro detalle: para que ese entrenamiento dé frutos, es fundamental jugar con el enriquecimiento ambiental como explica nuestro compañero Dani.

5. Sus garras son singulares

Los agapornis son digodáctilos. Una de sus curiosidades pero, también, uno de los detalles que las diferencian de otras aves. Esto significa que dos de sus dedos apuntan hacia delante y los otros dos hacia atrás.

6. Son imposibles de sexar «a ojo»

Carecen de dimorfismo sexual o, dicho de otra manera, no hay ningún rasgo que permita identificar a simple vista si son hembras o machos. La única manera de saberlo es con un análisis de ADN.

7. Les encanta explorar

Una de las curiosidades de los agapornis que suelen chocar cuando no los conocemos a fondo. Mientras otras aves se sienten inseguras fuera de sus habitáculos, los agapornis disfrutan ¡y mucho! de estas salidas. No solo les gusta revolotear en espacios controlados para saciar su curiosidad: también agradecen poder ejercitarse.

¿Cuántas de estas curiosidades sobre los agapornis conocías?